miércoles, 14 de diciembre de 2011

Viaje Cuántico contra Poluto



     Eúzkaro Erraez


Eona, la eterna niña, viajaba por el espacio tiempo, cuando de repente, ante ella se abre un portal dimensional, y apareció Taquión,  veloz viajero del tiempo, ¡ha venido a salvarme!; Eona aún no lo sabe, en mis miles de millones de años de existencia nunca había estado tan amenazada. Ella y todo el género humano también ¡están en peligro! ¿Quién eres? Le preguntó Eona a Taquión, “vengo del futuro”, contestó, “te he buscado, porque es importante que sepas que corres peligro”; mi destino depende de este encuentro, mis días están contados, Eona, atónita observa a su interlocutor, se pregunta de dónde vino tan singular personaje, “debes venir conmigo, es urgente que me ayudes a cumplir una importante misión”, dijo sorpresivamente Taquión, como si pudiera leer los pensamientos de Eona, ”no te haré daño, vengo del futuro, la mera razón de mi existencia es avisarte, el mundo como lo conoces puede acabar, necesito tu ayuda”, Eona no salía de su sorpresa, “las niñas y niños del presente , pueden no tener un planeta en el cual vivir, todos esos sueños quedarán sin realizar”. Eona, aún consternada, intuitivamente supo que el viajero tenía razón; me alegra este feliz encuentro, ellos deben acudir a mí, Poluto se ha corrompido, su corazón se ha vuelto obscuro, ellos deben detenerlo.

Soy un planeta pródigo y cordial, sin embargo mi destrucción es inminente, Poluto gobierna a los humanos, y tiene en sus manos lo mejor de ellos, el conocimiento, el uso inadecuado de su acelerador de partículas, puede generar un agujero negro y hacerme implotar, simplemente desaparecer con todos los habitantes de mi faz; debido al enorme conglomerado industrial que ostenta su poder, me estoy envenenando, el sobrecalentamiento está cambiando mi clima, ¡tantas cosas me pasan! 
Un destello brilla en mi superficie y transportados en una lluvia de fotones, una luz materializa a Eona y Taquión, producto del viaje se materializa Muón, una travieso perro que los acompaña, su primera misión es ponerse en contacto con la nueva generación de científicos, actualmente son todos jóvenes, niñas y niños. “Estamos  aquí gracias a ustedes, en un futuro paralelo ustedes me mandaron al pasado, precisamente para ayudarles a evitar la aniquilación”, dijo Taquión a los dos  jóvenes que se aproximaban a su encuentro. María y Juan quedaron atónitos ante la vista de los seres cuánticos, “es necesario que ustedes implementen nuevas tecnologías” dijo Eona, y  añadió: “Poluto ha contaminado la tierra con su tecnología a base de combustión de hidrocarburos, la liberación de contaminantes está destruyendo su planeta”. María preguntó: “¿Cómo podemos ayudarles?, “¿cómo?” se extraña Eona, que permanece callada. “¡Su planeta está en peligro!, es de vital importancia que cambien sus hábitos para adquirir energía, energías limpias que no dañen el medio ambiente, el sol en lo que le queda de vida puede aportar muchísima energía, la biomasa, los cristales, etc.…” añadió Taquión. “Hemos empezado a aprovechar la energía del Sol” dijo Juan, “pero falta mucho por hacer, una conversión tecnológica total” interrumpió Eona; “esa es nuestra intención, pero va contra los intereses de Poluto” agregó María. Muón jugaba entre los dialogantes, dando saltos y moviendo la cola.

“Hemos detectado actividad cuántica irregular mi Señor” dijo el asistente a Poluto, “no quiero problemas, encárguense de cualquier inconveniente” gruñó Poluto; fueron entonces los asistentes jerarcas a ocuparse de las órdenes de su conspicuo amo, nadie sabía lo que significaría esta alarma. Por los pasillos del  módulo sur en el complejo industrial de Poluto, Beto, un eficaz ingeniero en sistemas, temía lo peor, tenía que hacer algo, un fuerte cargo de conciencia le robaba noches de sueño tranquilo desde hace tiempo, pensaba en su familia y realmente quería un mundo mejor para sus hijos, sin embargo las ambiciones de Poluto van acabar con sus ilusiones; “necesitamos que mejore la interfase para llevar a cabo una búsqueda de actividad cuántica irregular” dijo un asistente jerarca a Beto sacándolo de sus cavilaciones, “inmediatamente” contestó automáticamente, ”esto sí que es extraordinario, vino un jerarca asistente personalmente a solicitarme el servicio, algo extraño está pasando, algo inquieta a Poluto” se dijo para sí mismo, empezó el registro, la computadora revelaba fuertes emisiones de cargas leptónicas  traspasando la ionósfera, se dio cuenta de que no era una actividad normal y empezó a investigar, situó el posicionador  geosatelital para poder visualizar lo que acontecía, “¿quiénes son estos seres, cuál será su intención, y lo más importante qué hacen mis hijos hablando con ellos?, Beto decidió demorar su informe hasta averiguar qué sucedía; reportó sólo actividad cuántica anormal no hostil y se marchó a su casa. 
“¿Quiénes son esas personas con las que estaban esta tarde?” preguntó Beto a sus hijos, “son amigos, papá, han venido a advertirnos del mal que corremos” dijo María, Juan la secundó con un gesto agregando: “dicen que el planeta ha llegado a un punto crítico, tenemos que eliminar todas las fuentes de energía contaminante y utilizar energías limpias”, Muón veía a los interlocutores y ladraba como si quisiera opinar sobre el asunto. Beto quedó perplejo, los seres cuánticos estaban en su casa, dicha cuestión podría ser peligrosa pensó, “usted trabaja dentro del complejo, podría introducirnos a las instalaciones de Poluto” dijo  al fin Taquión, “ellos ya han detectado su presencia” argumentó Beto. “No importa replicó Eona, Taquión puede generar una onda retrocrónica, no importa, no importa, etc.….”, “¡es increíble!” exclamó María, “deja de jugar, reclamó Eona a Taquión”, “regresaremos en el tiempo”, concluyó Juan, “¡viajaremos  en el tiempo!”, festejan, “de todas formas, ¿cómo nos acercaremos a la fortaleza?”  Interrumpió gruñonamente Beto, “reduciremos nuestro volumen diferencial, del mismo tamaño de un nanobot, de tal forma que viajaremos encima de Muón sin ser vistos, el nos acercará a la entrada, no seremos detectados, podemos infiltrarnos rápidamente, ¿qué les parece?, es perfecto, ¿no?”, todos contemplaron regocijados y alegres a María por su magnífica idea.
Al otro día, de asueto, afortunadamente para Beto, Muón corría libre por las calles, acercándose a la fortaleza,  tempranito, “algo sucede en la piel de Muón se está poniendo roja e hinchada” observó Juan, “se edematiza”, corrigió María, Eona entonces explicó que era el producto de una reacción inmunológica, “lo bueno es que ya vamos a llegar” gritó Juan, Muón se acercó a un respirador del sistema de ventilación, desde ahí todos accedieron a las instalaciones, “no podemos mantener por mucho tiempo el diferencial de masa” dijo Eona a Taquión, “solo unos momentos más, en lo que accedamos a un lugar donde podamos expandirnos de vuelta”, le contestó Taquión. Habían logrado escabullirse cuando súbitamente fueron atacados por un ejército de nanobots, el sistema de defensa los había detectado, “son demasiados, no podremos contra todos ellos” dijo Eona, “escapemos por el cableado” advirtió Beto, Taquión abrió un orificio en la fibra óptica, “cada quien irá asido a un fotón, sosténgase fuerte, viajaremos a gran velocidad” dijo Eona, así, se deslizaron pisos arriba a través del cableado, llegaron a la computadora principal del departamento de información, el cubículo de Beto estaba vacío, un lugar perfecto para reexpanderse sin ser notados, “finalmente, no soportaba por más tiempo mantener el diferencial de masa” exclamó Eona, “¿te sientes bien?” le preguntó María, “si, gracias” respondió, observando la preocupación en la cara de la niña”. 
Un asistente jerarca, se acercaba torpemente a Poluto, cuando éste lo sondeo con la mirada, “qué sucede” preguntó, “Señor, hemos detectado una nanoinfiltración,  por alguna razón los nanobots no pudieron hacer nada”, el asistente bajó la mirada, “estoy rodeado de incompetentes” gritó Poluto, arrojándole el pesado pisapapeles, el asistente dolido y herido se retiró, Poluto  recorría con la mirada el enorme ventanal polarizado, en el horizonte podía observarse la inmensa nube contaminante expandiéndose sobre todas las cosas y todos los seres, de repente tuvo un déjá vu, sentía que ese momento viendo al ventanal ya lo había vivido, o acaso lo había soñado, súbitamente fue corriendo al intercomunicador, “activen el receptor de partículas subatómicas y reporten inmediatamente”, ordenó, ¿sería posible que algo lo hiciera volver en el tiempo? ¿para qué? “Hemos detectado un importante flujo de energía, Señor, pero aún no hemos podido determinar su naturaleza”, reportó la voz en el altoparlante, volviendo a sus cavilaciones Poluto caía en la cuenta que sus sospechas podrían ser ciertas, mientras el inesperado placer del sueño a media tarde lo trasportaba a un trono, en un castillo inteligente, sobre la cumbre de un  peñasco flotante, reducto de lo que alguna vez fue el planeta que le dio vida, ya no hay humanos a su alrededor, solo robots, no necesita de nadie, el universo es su única morada, pero el trono se rompe, y sobre sus escombros bailan los niños. “Señor, hemos detectado intrusos en el área de sistemas, seguridad va en camino” vino a sus oídos como un golpe, despertándolo con un palpitante dolor de cabeza, la rigidez en el cuello nunca desaparecía, “mantenme informado” gruño pesadamente. Aunque sus últimas reposiciones corporales,  habían evolucionado notablemente, pasando de prótesis biomecánicas a verdaderos órganos nuevos y clonados, lo único original era su viejo cerebro, no podía desprenderse de él, aunque su consciente existe y  se desplaza por gran parte de la red global, no se atreve a deshacerse de lo único nato que le queda, tal vez su último vínculo con lo humano, con lo mortal. 
  “Posiblemente ya han detectado nuestra presencia” observó Beto, “debo llegar hasta donde está Poluto, tengo que detenerlo ahora” dijo Taquión, María y Juan permanecían atónitos, nunca habían estado en el sitio donde labora su padre, lucia todo muy complejo y sofisticado, “calma, debemos elaborar una estrategia” planteó Eona, tratando de atenuar la inquietud de Taquión, “Eona tiene razón, la mejor forma de ingresar al ala de Poluto es a través de los ductos de ventilación” propuso Beto, “otra vez viajar por sitios estrechos, aún no me repongo del viaje fotónico” se quejó Juan. Muón ladró, alguien se acercaba al cubículo, una sombra se dibujada en del borde inferior de la puerta, un guardia de seguridad abrió súbitamente la puerta y entro acompañado de otros seis, “aquí no hay nada”, reportó al intercomunicador, “vámonos” dijo a los otros, “sigamos buscando” se escuchó antecedido por el sonido de pasos que se perdían en el pasillo, “ ¡estuvo cerca!, exclamó  María, “¿cómo fue eso posible?” preguntó Juan boquiabierto, “he activado un campo reflector, es como ponerse una capa de la invisibilidad, lo único que hace es proyectar lo que está detrás nuestro, sin importar el punto de vista del observador; hemos tenido suerte que el oficial de seguridad no diera tres pasos más al frente…”, “ hubieran tropezado con nosotros” dijo aliviada María, interrumpiendo a su papá. “Son cosillas que diseño por mi cuenta, en mis ratos libres”, logró finalizar Beto, en tono ufano; “debemos entrar a los conductos de ventilación” apresuró Eona, se introdujeron por la rejilla del plafón, el espacio entre éste y el techo era suficientemente amplio para avanzar cómodamente a gatas, Muón seguía el rastro y les indicaba el camino,  “debemos impedir que Poluto domine la teletransportación, si lo hace la Tierra estará perdida” les recordó Taquión, “no lo permitiremos” le animó María, “estos conductos son un laberinto, es bueno contar con Muón, parece estar muy seguro de nuestro avance” predijo Juan. María observa a Eona, que va delante de ella. María era muy pequeña cuando murió su Mamá, actualmente se cuenta con medicamentos inhibidores  de  la proliferación neovascular de las neoplasias, así como de inhibidores de las metástasis, demasiado tarde para su mamá, sin embargo su recuerdo es aún nítido, y María no olvida que su madre siempre le dijo que fuera tras sus sueños, que obtuviera conocimiento y nunca se rindiera. Los efectos del calentamiento global ya son patentes, múltiples inundaciones, sequías, osos polares que ya no tienen un pedacito de hielo glaciar al cual asirse, como muchos otros  animales, en general, han sido prácticamente expulsados de  todos los ecosistemas, y sin embargo, los mejores y más novísimos medicamentos  se originan en mi último gran pulmón,  la selva amazona, aún alimento mal que bien a toda la gran cantidad de humanos que me habitan, el ser humano es mi  creación favorita, debe ahora ser responsable de salvarse a sí mismo,  es momento de evolucionar. Una fuerte punzada taladra las sienes de Poluto, sin embargo enfocaba sus esfuerzos y atención, diseña un nuevo y mejorado programa capaz de proyectar, sintetizar, mezclar  y permutar cualquier elemento, cualquier materia, ¡cualquier cosa a nivel subatómico!, juega  a ser Dios, cree  que controlaba los dados, pero no tenía idea de que caras van a mostrar, el gran orden cósmico está aún por encima de su entendimiento, por eso sufre tanta ansiedad, tiene todo, y sin embargo nada lo satisface, todo ese ruido en la cabeza, desconecta su módem de la red, justo en el centro de su frente, persiste en su intento por continuar trabajando, sin embargo es un alacrán viendo a la luna, enamorado de ella, celoso del jaguar, a la noche envenena,  Poluto despierta, se asoma el plenilunio por su ventanal, aún brillante a través del rojo  y sofocante cielo contaminado, “hemos detectado a los intrusos, se dirigen por los ductos de ventilación al sector delta 28, les espera una jauría de  topobots. “Estos ductos están muy limpios, que curioso” comento María, “¿qué con eso?” le replicó Juan, “debemos darnos prisa, podemos ser interceptados en cualquier momento”, apuró Beto,  y agregó: “robots, llamados topobots recorren los ductos para darles mantenimiento, son peligrosos, pueden rociarnos con algún solvente o sustancia ácida”, “no te apures, sí se acercan, Taquión y yo los repeleremos, no dejaremos que nada les pase” dijo Eona, para calmar la ansiedad que empezaban a mostrar Beto y los chicos, finalmente, al dar vuelta en un recodo, tuvieron de frente a los topobots, debido a su diseño, venían en fila india, no cabe más de uno al paso, Eona y Taquión atacaron con una fuerte descarga que los dejó inutilizados, “rápido” apuró Eona, “tenemos que encontrar otra ruta, los topobots dejaron bloqueado el camino” observó, accedieron entonces por un ducto paralelo, y reiniciaron su búsqueda.
 “Señor, los intrusos desactivaron a los topobots, el sistema de seguridad está en alerta máxima” dijo temerosa la voz del intercomunicador, “manténganme informado, no quiero más errores, estoy muy ocupado, así que hagan su trabajo” grito furioso Poluto. “Aquí hay una ventila” dijo Juan, y asombrado preguntó: "¿ese eres tú, papá?". “No debes tener contacto contigo mismo Beto, causaría una paradoja temporal de consecuencias fatales” le advirtió Eona, Beto se observaba fascinado, “vamos papá, tenemos que proseguir” lo apresuró María,”¿qué estabas haciendo Beto? le preguntó Taquión, “estoy, bueno, estaba diseñando un nuevo prototipo, Poluto no lo sabe, pero mi invento podría agilizar los viajes espaciales, he perfeccionado las velas solares, y estoy trabajando en otra forma de despegar desde la Tierra, que no se basa en combustión”, “que callado lo tenias, papá”, le dijo burlonamente Juan, a lo que Beto agrego:”Poluto no debe saberlo, los viajes espaciales deben ser benéficos para toda la humanidad, y desde que Poluto asumió el poder, cualquier misión está considerada sólo en vista de sus intereses y nada más”, los astronautas, como muchos de los antiguos empleados han sido substituidos por robots, eventualmente muchos de los que perdieron su empleo, los menos, lo recuperaron como especialistas calificados para reparar las máquinas, que curiosamente los sustituyeron”, Eona lo escuchaba con atención, “papá” lo interrumpió María, “¿qué pasó con las otras personas que perdieron su empleo?”, “no lo sé” le respondió tristemente Beto, “eso es totalmente injusto, los beneficios de la ciencia y la tecnología deben ser accesibles a todos, mejorar nuestro nivel de vida” reclamó María, “así debería ser” la consoló Eona. “Auxilio” gritó Juan desesperado, que súbitamente caía en un ducto vertical, “Juan” gritaron a coro Beto y María, Eona y Taquión se tomaron de las manos, extendiendo sus manos libres proyectaron una onda antigravitatoria, y para beneplácito de todos Juan levitó hasta ellos, “¿estás bien?” le preguntó su padre, “si” contestó Juan y agregó: “ `durante la caída pude ver más topobots que vienen a nuestro encuentro, pero supongo que estando con Taquión y Eona, eso no es problema”, “ese, ahora es el menor de nuestros problemas, el sistema de seguridad nos tiene detectados, estoy seguro que nos esperan otras sorpresas” dijo airosa María, “en efecto, el personal de seguridad, humanos y autómatas,  están armados con láseres de alta frecuencia, debemos tener más cuidado” observó Beto. “Eona, Taquión ¿podrían desactivar la computadora central? sí hay una alerta de seguridad, no podrán saber dónde estamos”, consideró Juan, ante la sorpresa de María y Beto, Taquión y Eona cambiaron la polaridad de todo el complejo, “genial, no van a saber qué está sucediendo” comentó Beto, entretanto iban avanzando y por una ventila pudieron observar el centro de monitoreo espacial, “¿qué son todos esos puntitos en la pantalla papá?”, preguntó María, a lo que Beto respondió: “penosamente, es basura espacial, muchos materiales están orbitando la tierra, se desplazan a gran velocidad, y se han vuelto un peligro para las misiones en el espacio”, “debes prometerme papá, que sí salimos vivos de esta aventura, vas a hacer algo por limpiar toda esa basura” le pidió María, “claro hija, te lo prometo” respondió Beto, mientras abrazaba tiernamente a su hija, algo incómodamente por lo estrecho del espacio en el que se encontraban.
 “Señor, algo está mal con la computadora central” comunicó por el intercomunicador de vuelta un asistente jerarca, “¿ de qué estás hablando” preguntó Poluto, “realmente no lo sé, estamos tratando de restablecer el control” contestó la distante voz”, “demonios” gruñó Poluto, “todo tengo que hacerlo yo personalmente”, interrumpió su trabajo y se levantó, oprimió su frente, incorporándose de vuelta al sistema, mientras seguía observando por el ventanal, ya era noche, las luces de la ciudad brillaban en el exterior, “todo esto, se debe a mí, soy yo quién ha creado y superado esta civilización, y nada me detendrá, ni demorará mis planes” pensó. Poluto está dispuesto a todo, pero no sabe a ciencia cierta con que se enfrenta, todo este tiempo me ha destruido gradualmente, pero al parecer tengo esperanza, los humanos podrán seguir habitándome en paz sí y solo sí los humanos aprenden de esta dura lección.
 Cae la lluvia ácida sobre la ciudad, los ductos hacen eco de la tromba, el ambiente se vuelve enrarecido y sofocante, “parece que hemos llegado, ahí está Poluto, ¿qué está haciendo?”, preguntó María en voz baja,  mientras lo espíaba través de una rejilla, Poluto aun no se percataba de ser observado, “Poluto trabaja en sus propios proyectos, posiblemente este diseñando algún programa de conversión cuántica” aclaró Beto, “Eso es precisamente lo que he venido a impedir” sentenció Taquión, “antes de atacar, debemos distraerlo de alguna forma” propuso Eona, pero antes que pudieran pensar en algo Poluto sale de la habitación y se dirige por el pasillo a otra área del complejo. “Salgamos, lo tuvimos al alcance, pero ahora que se ha ido, podemos aprovechar para ver que está planeando, rápido, salgamos calladamente por la ventila” propuso Eona, una vez dentro de la habitación se dirigieron al grande y pretencioso escritorio para ver la computadora en que trabajaba Poluto, “cerró el archivo y tiene clave de acceso” observó Beto, “eso no es ningún problema” dijo Taquión, acto seguido dirigió su dedo índice hacia el computador y emitió una descarga, toda clase de números, signos y letras empezaron a desfilar rápidamente en la ventana que observaban en la pantalla, súbitamente el acceso fue  permitido y el archivo se abrió, “es una obra bastante compleja, pero hay un pequeño detalle que al parecer Poluto no ha logrado dilucidar, las ecuaciones son correctas, pero el diseño de la tecnología tiene puntos débiles, aún no lo ha logrado”, opinó Beto; “tú y otros más, desarrollarán está tecnología, y sus aplicaciones cambiarán radicalmente la civilización como la conocen, sus beneficios serán accesibles a toda la sociedad” le dejó saber Taquión a Beto. Juan y María veían a su padre con un aire de sorpresa mezcla de fascinación y lo abrazaron, “han sido muy valientes al venir aquí conmigo y yo no sé  en que estaba pensando cuando los dejé venir, pero como no sé qué va a pasar, solo les puedo decir que los quiero mucho, tengo unos hijos maravillosos” les dijo Beto obviamente emocionado mientras abrazaba a sus hijos, Eona y Taquión observaban conmovidos la escena.
 Poluto se dirigía al acelerador de partículas, repentinamente detuvo sus pasos, “alguien ha invadido mi computadora” cayó en la cuenta, dio media vuelta, alertó a seguridad y se dirigió a su privado, “no crean que no se que están ahí, se que cambiaron la polaridad, están atrapados, no podrán huir”, se escuchó la voz de Poluto por el intercomunicador, “rápido, de vuelta a los ductos de ventilación” apuró Eona, fueron introduciéndose por la ventila cuando se abrían las puertas de la oficina, una ráfaga de disparos y rayos láser fue detenida por Eona y Taquión, todo había quedado suspendido, Poluto y sus secuaces estaban inmóviles como estatuas, “rápido, métanse rápido, no podemos exponerlos a salir mal heridos, rápido, no podemos sostenerlos por más tiempo, Juan y María estaban ya dentro del ducto, pero Beto se atrasó por un momento y al reactivarse el paso normal del tiempo, un rayo laser le alcanzó a rozar la pierna expuesta fuera del ducto, Taquión y Eona lanzaron una fuerte descarga que proyectó contra la pared a los escoltas, pero Poluto prácticamente quedó inmóvil, tocó su frente y todas las escotillas de ventilación quedaron franqueadas, “no” gritó María horrorizada al ver que su papá estaba herido y que habían perdido contacto con Eona y Taquión, “no es nada, solo una herida menor” la consoló Beto, rasgó una parte de su camisa y se aplicó un torniquete, no obstante que el borde de la herida estaba quemada y cauterizada, el centro de la misma sangraba profusamente, por lo que tuvo que hacer hemostasia, Juan veía preocupado a su papá y le preguntó: ”¿qué vamos hacer ahora?, Beto no supo que decir, habían quedado encerrados, las escotillas sellaban perfectamente y el oxígeno empezaba a consumirse, “tenemos que permanecer tranquilos y hablar lo menos posible” finalmente les dijo Beto a sus hijos, así permanecieron en silencio a la expectativa de lo que pudiera suceder; mientras tanto Eona y Taquión dirigían una segunda descarga contra Poluto sin tener buenos resultados, por lo que juntaron sus manos y simplemente desaparecieron de la vista de Poluto, “¿a dónde han ido?” gritó y pegando de puntapiés a sus agentes de seguridad  les advirtió: “búsquenlos, deben estar en alguna parte”, atontados aún por la descarga los escoltas se pusieron de pie y apurados abandonaron la habitación, Poluto se dirigió hacia la rejilla, la abrió y para su sorpresa, no encontró a nadie, dirigió su vista al enorme ventanal y se dijo a si mismo que no deberían estar muy lejos, cerró los ojos, oprimió su frente una vez más y realizó un escaneo completo por todas las instalaciones sin lograr localizarlos. “¿Qué sucedió, dónde estamos? preguntó asombrada María, “no es dónde, sino cuando” respondió Eona y agregó: “seguimos en el compartimento de ventilación, solo que estamos en una dimensión paralela”, Eona extendió su mano y cauterizó la herida de Beto, “¿ya te sientes mejor?” le preguntó Juan a su padre, “¡estoy bien!”, repuso Beto. Eona parecía una luz brillante, mientras los demás la observaban María preguntó: “¿dónde está Taquión?”, “Taquión se quedó con Poluto” respondió Eona. Poluto estaba perplejo, se preguntaba, “¿qué tipo de seres son estos, quiénes son, y qué tipo de tecnología era la que había presenciado?”, estaba seguro que antes de desaparecer, los que entraron en la escotilla eran humanos y uno se le hizo familiar, sondeo los archivos de identificación, y calló en la cuenta que era uno de sus ingenieros, particularmente el jefe de sistemas. “Beto, necesito teletransportarnos al segundo posterior al que presenciamos cuando te viste a ti mismo por la rejilla de ventilación, de tal forma que  te sustituyas a ti mismo, te sentirás un poco confundido, tu cerebro no podrá procesar la información por unos momentos, posiblemente sufras un jamais vu”... “¿un qué?” preguntó Beto, a lo que María agregó, en tono explicativo: "es como si estuvieras viviendo algo que reconoces, pero que nunca has visto, ni soñado, o algo así”, “yo sigo sin entender” agregó Juan; “¿están listos para teletransportarnos?” preguntó Eona, cuando antes que pudieran contestar, sintieron como sí sus cuerpos se alargaran y se encogieran repetidas veces, todo a su alrededor titilaba como haces de luz estroboscópica, al aparecer en otro escenario, Beto se sentía confundido, tenía una mezcla de recuerdos, la extrañeza cognitiva del choque temporal, los niños no lo sufrieron porque ellos no se encontraban previamente en dicho lugar, “Juan, encárgate de tu padre” le pidió gentilmente Eona,  después miró a María y le dijo: “necesito que me ayudes, ¿cuento contigo?”, “siempre podrás contar conmigo” respondiole María, “vigila la puerta, pronto Poluto caerá en la cuenta de que estamos aquí, él pudo ver perfectamente a tu padre antes de que pudiésemos escapar, necesito un momento para escanear el entorno y localizar a Taquión”, Eona se concentró, no podía localizarlo, solamente percibía a Poluto, abrió los ojos y notó que Beto se sentía mejor, así que les pidió que no se alejaran de ella por lo que pudiera suceder. Se abrieron súbitamente las puertas del cubículo de Beto, entraron violentamente los de seguridad tirando ráfagas de balas y fueron de nueva vez mandados a volar por los aires, tras una fuerte descarga propinada por Eona, “vamos, salgamos de aquí, busquemos a Taquión” exhortó Eona a los demás, rápidamente se desplazaron por el pasillo, más guardias de seguridad llegaban, así que Eona no tuvo más opción que contraatacar a los que se interponían a su paso. Taquión se encontraba dentro del cuerpo de Poluto, justo en un vaso sanguíneo del área prefrontal del cerebro, viró en una fenestra, y prosiguió por la neuroglia hasta alcanzar una neurona polisináptica,  no obstante era perseguido por macrófagos que lo detectaban como un cuerpo extraño, su presencia producía antigenicidad, rodeado por astrocitos, intentó generar una descarga e inutilizar al macrófago, podría dejar una lesión permanente, pero no podía hacerle daño a un ser vivo, iba en contra de su naturaleza, dudo unos segundos, hasta que decidió tomar otra ruta, bajo por una vía dopa en sentido contrario hasta el hipotálamo de Poluto, una vez hay dirigió un potencial eléctrico que invirtió la polaridad del sistema límbico, los recuerdo de Poluto hablaban de violencia, una infancia lastimada, abandonado, sin padres, Poluto progresó gracias a su impresionante inteligencia, pero desgraciadamente era un sociópata; Poluto sintió un profundo vértigo, se llevó las manos a la cabeza, los recuerdos que lo habían marcado, pasaban como  una película en cámara rápida, “¡estas adentro de mi cabeza, cómo es posible!” gritó; un macrófago devoró a Taquión y quedó incluido en su citoplasma, dentro de una vacuola, sería bañado por múltiples encimas con la intención de ser destruido y digerido, no obstante su favorable posición tuvo que salir de Poluto, un resplandor se produjo frente a Poluto y pudo ver frente a frente a su adversario, “¿quién eres y qué quieres?” preguntó Poluto a Taquión, “he venido a detenerte, vas a destruir el planeta sí sigues con tus planes, la humanidad no te importa, y ni siquiera eres capaz de prever las consecuencias de tus actos, no tienes conciencia”, “conciencia” dijo entre risas Poluto, ”no tienes idea de hasta dónde llega mi consciencia, soy prácticamente omnisciente, sé todo lo que pasa en el mundo, mi pensamiento viaja por la red global, no hay detalle que se me escape, a excepción de ti, pero no serás un problema por mucho tiempo” sentenció Poluto, dicho esto juntó sus manos y un dispositivo en sus palmas activó una emisión de antimateria, Taquión se desvaneció y volvió a aparecer, “vas a destruir todo a tu alrededor, la antimateria es peligrosa y tú lo sabes” le advirtió a Poluto, pero éste seguía atacándole con más descargas, la pared detrás de Taquión había sido destruida, desaparecida totalmente (sin rastro alguno) “tú, osado ¿cómo te atreves?, eres para mi tan letal como una lluvia de neutrinos” se burló Poluto, mientras seguía emitiendo flujos de antimateria, Taquión era inalcanzable, una emisión llegó muy lejos y destruyó un panel de control en el acelerador de partículas, la computadora señalaba alarma respecto a la actividad de éste, el acelerador estaba generando múltiples agujeros negros, que en otras ocasiones son pequeños y desaparecen tan rápidamente como se forman,  pero esta vez,  los  agujeros negros se consolidaban en uno solo, el cual crecía y se hacía más grande, toda la instalación vibraba y era tragada paulatinamente por el fenómeno producido, “corran dijo Eona, podemos ser absorbidos por el agujero, corran” urgió Eona a Beto, Juan y María.
 Poluto vio como Taquión volvía a desaparecer frente a él, en su mente la computadora principal le informaba sobre los daños “demonios” exclamó, tratando de desactivar el acelerador de partículas, pero la computadora no le daba entrada al panel de control, pues este se había destruido; Taquión reapareció, ahora frente al agujero negro, dio unos pasos más y desapareció dentro de él, Eona había llegado a tiempo para presenciar tal evento, había dejado a los niños y a Beto fuera del alcance del agujero, el cual disminuía de tamaño, hasta desvanecerse, “Taquión” exclamó con un dejo de tristeza, cuando reaccionó Poluto sostenía a María por el cabello y la zarandeaba, “déjala” gritaron Juan y Beto tratando de impedirle a Poluto que la lastimase, Muón se le fue encima con la intención de morderlo, pero fueron arrojados al suelo de un guantazo, Eona entonces se arrojó encima de él, y forcejeando logró que soltará a María, entonces Poluto la tuvo de frente y le descargó una marejada de antimateria, Eona se movía rápidamente y logró esquivarla, Poluto se dio cuenta entonces que sus instalaciones estaban prácticamente destruidas, la gran mayoría de empleados habían logrado escapar durante la alarma, sólo algunos guardias yacían en el suelo sin sentido, Taquión reapareció sorpresivamente, y esforzándose logró una descarga que inutilizó las armas de Poluto, éste al verse desarmado corrió en busca de algún escondite entre los escombros, “volviste” gritó de alegría María, acompañada de Juan, Beto y Muón, que no salían de su sorpresa, Eona se acercó y le dijo a Taquión: "nuestra misión está casi cumplida, tenemos que cerciorarnos que Poluto no vuelva a causar ningún daño, vamos tras él”, Muón ladraba de contento, Beto corrió tras Poluto, alcanzó a asirlo de las piernas derrumbándolo, “no le hagas daño, tiene que ser juzgado y pagar por sus crímenes” intercedió María, deteniendo las manos de su padre dispuesto a golpear a Poluto, Eona volteó a ver la escena, una esplendida aura enmarcaba a María y Eona podía ver que toda esa energía producida por las mitocondrias en todas las células del cuerpo de María, resplandecía con una intensa luz dorado-azul. “María tiene razón, no podemos hacer justicia por cuenta nuestra, Taquión y yo veremos que Poluto pague por sus crímenes” advirtió Eona. Muón se desvanecía gradualmente,” ¿Qué le pasa?” preguntó Juan, “ya cumplió con su cometido, es lógico que desaparezca” respondió Eona, “¿Muón ha muerto?” preguntó triste María, “no, siempre vivirá en el recuerdo de todos ustedes y en el hecho que fue fundamental para salvar a la Tierra”.


            “He quedado al frente de la corporación” dijo feliz Beto, “se ha formado una nueva junta de gobierno y la mesa directiva la ocupan ahora nuestros mejores y bienhechores científicos, mujeres y hombres que están dispuestos a hacer todos los cambios que hagan falta para corregir todos los daños que como especie le hemos hecho  a la Tierra, Eona me ha explicado que al paso de muchos años, saldremos de la tierra y colonizaremos el espacio cercano, como lo habíamos planeado, pero así como tenemos que cuidar nuestro planeta, también tendremos que cuidar de nuestro Universo, pasaran los años, evolucionaremos en formas nuevas, durante toda la era estelar, hasta que tengamos la tecnología y el conocimiento suficiente para que cuando solo quede materia obscura en nuestro universo vecinal, podamos abrir paso a puertas dimensionales hacia otros universos, para eso, los seres humanos tendremos que evolucionar, no solo biológicamente, sino también tendrá que evolucionar nuestra naturaleza más intima, ligada a las más antiguas bases de nuestro ADN, tal vez no seremos nunca una sociedad perfecta, pero con suerte tal vez más justa”,  sus hijos lo escuchaban y aplaudían su buena voluntad.
            Eona gravita seranamente alrededor mío, gracias a ella y los que la ayudaron aún sobrevivo, estuve al borde de la destrucción, aún tengo varios problemas con mis habitantes los humanos, pero vamos mejorando, la sobrepoblación y el desabasto son aún un problema, pero espero que los humanos mejoren su educación bajo los nuevos liderazgos y así realmente evolucionen para bien. Soy Gaia, la Tierra, por el momenpo tu único planeta, cuídate y cuídame. 


“Taquión, ¿te volveré a ver?” preguntó Eona, a lo que él respondió: "mi destino es ir hasta el inicio de todo, al BigBang, voy hacia el pasado, tú vas hacia el futuro, sin embargo, en el punto cíclico de lo eterno, donde el inicio se toca con el final, nos volveremos a encontrar”.


FIN

MMIX

domingo, 30 de octubre de 2011

Nos han dejado durante el 2011


Nos han iluminado y dejado su legado durante 2011:

Eliseo Alberto
Leonora Carrington
Josefina Aldeoca
Facundo Cabral
Sinesio Darnell
Gonzalo Rojas
Ernesto Sabato
Isabel Salueña
y Jorge Semprum
(entre otr@s)






sábado, 12 de marzo de 2011

Evocación Retro Post Modernista


Dedicado a Rita Guerrero (Santa Sabina) con cariño y admiración, descansa en paz